El problema mayor de la pieza es el desprendimiento del estuco de la madera producido por los cambios de temperatura y humedad. Este levantamiento forma ampollas que aparecen repartidas por diferentes zonas y que son susceptibles de desprender la policromía con la preparación (estuco).
La talla es de bulto redondo, y la técnica empleada es la tradicional, en la base se puede observar un agujero que podría servir para anclar la imagen a un retablo donde pudiera encontrarse originalmente.
La policromía también esta aplicada según el método tradicional. La madera estucada y posteriormente aplicados los colores. Estos no son los originales de la pieza.
El problema mayor de la pieza es el desprendimiento del estuco de la madera producido por los cambios de temperatura y humedad. Este levantamiento forma ampollas que aparecen repartidas por diferentes zonas y que son susceptibles de desprender la policromía con la preparación (estuco).
En algunas zonas ya se ha producido este proceso y se observan faltas de policromía formando lagunas de importancia, como en el ojo izquierdo y en la tonsura. Afortunadamente, se conservan algunos restos de policromía desprendida que corresponden a estas dos zonas.
Tras el estudio realizado se pudo confirmar que la policromía que actualmente presenta es un repinte, si bien no podemos precisar su antigüedad. Bajo ella existe una capa de policromía que, casi con total seguridad, podríamos afirmar que se trata de la original. Esta parece de mayor calidad y es muy fina.
El grosor del repinte tampoco ha ayudado en el proceso de conservación, posiblemente también ha “tirado” de la capa subyacente beneficiando la formación de ampollas y bolsas en el estuco.
Durante el proceso de restauración, se realizaron pequeñas catas para ver algunas zonas originales conservadas. Así, se observó que el hábito también era marrón originalmente pero presentaba una cenefa dorada que decoraba todo el borde, tanto del bajo como de las mangas.
Las carnaciones, tanto del Santo como del Niño, también se estudiaron pudiendo verse una carnación de mayor calidad cromática que el repinte actual.
Existen también pequeñas faltas de volumen, tales como el pie del Niño, esta no tiene apenas importancia pues no distorsiona la lectura de la obra.
Se fijó la policromía a la base de madera, empleando colas orgánicas.
Una vez concluido el paso anterior, se procedió con la limpieza, para ella se combinó un método químico con uno mecánico consiguiendo una media limpieza que no elimina la pátina de la policromía pero que permite devolver el brillo y colorido de esta.
Tras nivelar las lagunas con estuco tradicional, se realizó la reintegración cromática. Para la misma, se utilizaron colores al agua. La técnica de reintegración empleada fue el “trattegio”.
Se empleó un barniz de Paraloid B.72, matizado en su última capa con Cosmolloid. Como capa de intervención se empleó una goma laca rubia en baja concentración.