Todos los objetos tienen una historia, independientemente de su valor económico. Su conservación nos permite que lleguen a las siguientes generaciones con un pasado que contar.
La obra de arte tiene un valor intrínseco, independiente de su alcance ideológico, social y religioso. Hay objetos cuya simple visión es un placer, otros de gran valor económico y aquellos cuyo valor se “limita” a su contenido sentimental (herencias familiares, recuerdos, etc.). Todas estas piezas contienen una historia, un pasado y un presente, queremos conservarlas para que sobre vivan y puedan llegar a las siguientes generaciones con toda esa historia que contar…
Si quieres saber más, puedes ver nuestros trabajos de Restauración.